PASTILLAS

Voy corriendo con un perro por una gran playa
y una bandada aturdida de pastillas se dispersa
hacia el horizonte.

Los rayos brotan como tortugas
en la arena y las huellas absorben los vientos calientes
que vuelven de los naufragios.
Las patas rojas de las arañas
se prenden a los ceibos
y la humedad se arrolla como un creyente.

Un pensamiento puede toser como un arpón
y fácilmente un demente recuerdo
estará pariendo un sanatorio de vírgenes.

Dios siempre nos pide
que nos emborrachemos
para poder oler nuestra nariz desenfocada.

Voy corriendo por una playa
olvidando el hervor de un engranaje de un blíster de poros
que flota en un arroyo cercano.

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